jueves, 23 de octubre de 2008


Creo que soy una persona común y corriente, tengo 24 años y he sabido aprovechar la tecnología de la vida. Hace algunos años que me vine a la capital a vivir con parientes por problemas económicos y también mentales ya que si seguía en mi ciudad quizás después hubiese salido en televisión por asesinato, hace poco conseguí un trabajo es algo simple, pero me levanto temprano mi jefe me tiene ganas y yo a el, me da un poco de pudor verle el anillo de casado pero pronto se me olvidara que lo tiene, hay un compañero de trabajo que me invita a salir siempre, con lo necesitada que estoy de afecto creo que le diré que si acepto.
Pasan los días salí con mi compañero y como lo supuse terminamos en un motel tuvimos sexo hasta quedar sedientos, creo que le guste ahora me mira con ganas a cada rato, hace un momento fui al baño y me estaba esperando afuera para entrar, como no había nadie tiramos en el baño hasta que tocaron la puerta me dio lo mismo y salí sin arrugarme el descarado salió subiéndose el cierre, mi jefe paso y creo que notó que estábamos en esa, me senté en un escritorio vacío y al pasar me dejó una nota la cual decía: “te gusta el leseo, haber si te la puedes conmigo” este parece que no sabe con quien se esta metiendo, me gustan los juegos total yo no pierdo nada, no sabia como responderle lo miré y me hizo señal del teléfono y suena con su voz de califa que me excitaba me dice: “¿te gusta mi propuesta? Te espero en 5 minutos afuera”, que me dijeron partí al baño me retoque un poco y salí me di una vuelta para que no fuera sospechoso y siento el auto, me hace una seña para que me suba, en el trayecto no hablamos nada solo sentí su mano en mi entre pierna con unas ganas de que no fueran solo sus manos, tenia demasiados deseos de llegar luego al lugar que teníamos en mente estaciono el auto hablo con esas personas y entramos a un dormitorio enorme y muy lujoso, no me doy cuenta cuando mis calzones están abajo y el atrás mío con furia se detiene sin que yo quisiera que lo hiciera, me dice: esto es para que te prepares y se mete al baño, con esa actitud me dejó loca quería empelotarme y saltar sobre el, habían pasado más de 10 minutos y no salía yo cada minuto estaba más ardiente me estaba acercando a la puerta cuando sale me tira encima de la cama y termina de quitarme lo que me quedaba de ropa baja lentamente y me hace gozar como pocos lo han hecho después que me dejo viendo las nubes y más allá me dijo: ya te toca, lo agarre bestialmente le quite la ropa a mordiscos baje mordiéndole todo su cuerpo y lo miraba para que se excitara mucho más me tocaba el pelo y traspasaba su calor me volvió a tirar me agarro la espalda, el trasero me puso como quiso lo pasamos genial, al otro día desperté con dolores en todo el cuerpo no tenia ganas de verle la cara porque me iba a calentar y quizás que cosas le haría, cuando vi a mi compañero me hacia señales con los ojos para que mirara a su “ganador” como le decía el pero ya no me importaba quería estar con el hombre que si sabe hacerme gritar como loca, desde esa noche tuve reiterados sueños eróticos con el, trataba de incitarlo para que volviera a pasar pero no me miraba hacia como si yo no existiera , claro como ya me usó no le sirvo y puede tirarse a la mina que se cruce por frente de el pero se me ocurrió una idea ir con mi prenda más llamativa y califa posible de algo que me sirva ver esos programas calentones que dan en la noche, me puse una minifalda ajustada y mi blusa llamativa con un escote provocador la asistente llevaba un café a la oficina de mi presa y se lo arrebaté entre muy confiada el revisaba unos papeles levantó la cabeza y me vio sonrió y dijo: parece que eres insaciable, ¿quieres repetir lo del otro día? Eso era lo que estaba esperando hace rato al fin atinaba, bueno después de eso nos fuimos al mismo lugar que el otro día y lo encontré mucho mejor ya sentía envidia por su mujer, bueno siempre esas tipas no saben aprovechar lo que tienen por eso ellos suelen buscar en otro lado y si, buscan en otro lado, paso algo que no esperaba caminando cerca del motel que solía ir con mi esquicito jefe me encontré con la sorpresa que iba saliendo de ahí mismo acelere el paso para saber con quien iba para hacerle la guerra y ni más ni menos que con mi compañero que me comía antes, ¿cómo les quedó el ojo? Si uno nunca sabe como complacerlos me lo hubiesen dicho y hacemos un trío JA.