Dulces y apreciados 15's

Dicen que los 15 años son importantes, que para las mujeres sobre todo soñamos con estar con un vestido de princesa y hacer
una linda fiesta con todos sus amiguitos, pues para mí nunca fue así, muchos amigos nunca he tenido, siempre somos los
precisos y los mejores, ese año estaba confundida no sabía donde lo iba a celebrar por una parte la pareja de mi papá me
estaba preparando algo en la casa con la familia y por otra parte mi mamá me quería hacer una linda fiesta en casa de mi
abuela, no sabía por donde decidirme y como en ese entonces vivía en Viña con mi papá decidí hacerlo allá con su pareja y
casi nada de invitados, algo de bajo perfil, mi mamá quizás se sintió mal pero a mí me molestó que no me haya llamado por
teléfono para saludarme, después pasaron los días y mi hermano dice que era ella no le quise contestar estaba enojada
sentida con ella, pasaron meses que no le hablaba, pero necesitaba hacerlo de orgullosa no bajé el moño, un día jueves
como siempre iba al colegio teníamos clases de física estábamos con ganas de hacer travesuras con mis compañeras, en colegio
de mujeres siempre se sueltan más las trenzas que en uno mixto, cuando nos tocó el cambio de clase mojamos el pizarrón para
no tener matemáticas teníamos la cagada en la sala cuando en eso aparece la inspectora y dice : Canepa venga para acá, claro
me iban a retar como la cabecilla del grupo para peor era la presidenta del curso, mientras caminábamos hacía inspectoría me
iba excusando, que había sido culpa de todas que el profesor no nos gustaba y esas cosas, la inspectora poco me tomaba atención
en eso levanto la cabeza y veo a mi papá con su pareja vestidos de negro, me llamó la atención, como tan rápido llamaron a mi
papá para contarle la cagada que recién me había mandado, la inspectora dice: pasen a mi oficina para que hablemos tranquilos
uf el mundo se me estaba viniendo encima me iba a despedir de mis deportes y salidas nocturnas de seguro mi papá me castigaría
me dijeron que me sentara y que tenía que estar relajada, esto me estaba oliendo mal así que les pregunte que pasaba, porque
tanto misterio, la pareja de mi papá se puso a llorar, mi papá se puso en cuclillas frente a mi y dijo: Paulina la mamá
murió ... hubo un silencio por 30 segundos no entendía que pasaba, ¿mi mamá? ¿qué estaba qué? mis ojos se inundaron
me pare de un salto y comencé a patear lo que estuviese a mi alrededor mi papá me sujeto y la inspectora fue por un vaso de
agua y una pastilla para los nervios, yo gritaba preguntando ¿qué paso? si ella no estaba enferma, era sana ¿qué le hicieron?
mi papá no podía hablar de tanta lágrima que le caía, al rato llegó mi bolso y ya estábamos listos para viajar a Santiago
pero primero debíamos ir a la Universidad de playa ancha a contarle a mi hermano el cual era mamón amaba con todo su
corazón a mi mamá, en el trayecto a Valparaíso estaba muda miraba para la ventana y me sentía con un cargo de consciencia
tremendo por no haberle aceptado sus llamadas, ¿por mí murió? nadie me contestaba, llegamos a la Universidad e quedé fuera
con la pareja de mi papá mientras él iba a buscar a mi hermano, no aguanté más y le dije: se mato, ¿verdad? ella con la
cabeza dijo que sí, en eso veo a un tipo corriendo que venía hacía mí y era mi hermano venía para abrazarme y sus palabras
fueron: ¿cómo estás? todo va a estar bien,¿ya? estuvimos abrazados un buen rato y todos sus compañeros nos miraban,
contemplaban el dolor que quizás ellos aún no sentían y que no le deseo a nadie, lo más duro venía ahora el viaje a Santiago
para ver la realidad de la situación, el viaje fue el peor de mi vida, intenso, frío, eran días de invierno no llovía pero
faltaba poco para que lo hiciera, andaba en un lapsus de zombi y no recuerdo bien cuando nos bajamos del bus y llegamos a la
iglesia solo recuerdo que ya estaba oscuro y que a la entrada estaba mi abuelo materno con mi tío y mi hermano mayor el
primer abrazo que sentí fue el de mi abuelo que me pregunto ¿qué música escuchaba tu mamá? no supe responder y me dijo
viste que no la conocías, gracias a eso me sentí peor aún, mi hermano mayor me dijo que todo iba a estar bien que el estaba
acá para cuidarme y que la mamá estaba cansada y necesitaba estar en paz. La iglesia era fría y grande tenía un pasillo angosto
y sentía que nunca iba a llegar, había mucha gente y de golpe ví a una señora que me entrega un ramo de flores y me dice:
entrégaselas a tu mamá, claro como si estuviera viva, eso se me vino a la mente, a penas pise el sector en donde estaba
el velorio me desmayé, recuerdo que me estaban tirando aire con un abanico rosado y me dieron un café, me paré y fui hacía
el cajón para asegurarme de que no me mentían, de que si era ella y esto no era una broma, cuando me acerque y veo su rostro
y si era ella me di vuelta para mirarle su lunar de carne y ahí estaba, salí corriendo y me tire al piso pidiéndole perdón,
perdón por no ayudarla, por no contestar sus llamadas por ser tan orgullosa, al rato me enteré que para mí cumpleaños
no tenía dinero y por eso no me llamó, que se sintió mal y andaba triste porque yo decidí celebrar mi cumpleaños en Viña y
no con ella, ¿qué iba a saber yo que se quitaría la vida? ¿por qué? ¿por qué lo hizo? nunca sabré la respuesta, pero sé que
me perdono por haberla dejado sola en los momentos que ella más me necesito y que a pesar de ella estar muerta ahora nos
hemos acercado más que nunca, ese mismo día cuando me fui a dormir sentí que se acostó a mi lado y me decía que me amaba
y que la perdonara por dejarme sola que cuidara a mis hermanos y que no dejara solo a mí papá, que cumpliera mis metas y mis
sueños y siempre digna en cualquier situación, y eso estoy haciendo madre.